Se trata de un conjunto de lesiones vasculares producidas en el rostro que se agravan con la llegada del frío y los cambios bruscos de temperatura.

Se calcula que las personas afectadas con esta enfermedad alcanzan el 10% de la población. A pesar de que los primeros síntomas suelen aparecer durante la adolescencia, la cuperosis aumenta con la edad y puede llegar a volverse incluso permanente.

Se manifiesta en forma de pequeñas manchas rojizas que tiñen de rojo todo el pómulo, mejillas y aletas de la nariz. Se trata de un problema vascular  que se produce porque los pequeños capilares se dilatan.

El láser Nd:YAG o la luz intensa pulsada son tratamientos de elección para esta afección.